viernes, 1 de febrero de 2008

Cuando se observa un debate político en los Estados Unidos se tiende a ver al proceso con una especie de idealismo que evidentemente es simplificador y un poco inocente, sin embargo, en el núcleo del proceso reside la esperanza de que nuestros países un día podrán consolidar a la democracia como la piedra angular del sistema político.
Es difícil deshacerse del idealismo al ver a los candidatos Demócratas cuya sola presencia en el podio del debate hace pensar que Estados Unidos es un país que ha seguido evolucionando para alcanzar sus ideales en la realidad.
Estados Unidos ya ganó al colocar como candidatos a una mujer y a un ciudadano del mundo con piel obscura.. Ambos candidatos muestran la posibilidad real de la movilidad social en el sentido económico, racial y de genero. En el espectro republicano también es positivo que el candidato sea claro en el no a la tortura.
Para darnos una idea del avance que significa la pre candidatura de Barak Obama hace falta regresar en el tiempo poco menos de 35 años cuando Martin Luther King tenía que conglomerar a una gran masa de afroamericanos con un discurso brillante para lograr mover la aguja del espectro político estadounidense y avanzar la agenda de los derechos civiles, hoy ese avance es palpable aunque todavía le queda camino por . recorrer. Al reflexionar en esos 35 años uno no puede evitar pensar en lo que ha sucedido en México. Por una parte evolucionamos y hoy hay democracia nominal, aunque en el fondo seguimos siendo profundamente barrocos y mantenemos nuestras costumbres mentales del siglo XVII. Sin embargo, en el fondo y a diferencia de los Estados Unidos, la sociedad mexicana sigue siendo profundamente racista y no es que los gringos no lo sean, sucede que ellos han tenido la discusión, lo reconocen y toman medidas al respecto, en México no se discute, no se reconoce, se disfraza detrás de la palabra: naco.

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