El día de hoy como ya lo sabrán los escasos lectores de estos blogs, Fidel Castro comandante y presidente de Cuba anunció que se retira de manera permanente del poder. ¿Y qué decir de Fidel? ,¿Qué decir de Castro?.
Fidel fue uno de los más avezados guerreros de la guerra fría a la cual le queda mal el adjetivo, recordando los días de octubre y la crisis de los mísiles en donde Cuba y por lo tanto Fidel fueron los actores centrales que casi convierten a la isla en la Numancia del siglo XX.
Fidel Castro fue sin duda un gran estratega de la guerra fría que supo aprovechar como ninguno la dinámica de un mundo bipolar colocando a Cuba en el centro del globo a pesar de contar con una población inferior al de las capitales de varios países del planeta.
Fidel Castro supo captar como ninguno el imaginario de América Latina en el siglo XX, la Revolución Cubana generó una mística sólo equiparada al magnetismo de su creador, esa fuerza telúrica llamada Fidel Castro, como lo definió Gabriel García Márquez.
Las fracturas del mundo que generaban los Estados Unidos y la Unión Soviética fueron el espacio natural en donde habitó Cuba convirtiéndose en el David frente al Goliat, la insolencia frente a la prepotencia.
Fidel Castro fue un hombre pragmático por excelencia igual que los personajes más brillantes de la guerra fría, supo adaptarse como ninguno, sin embargo, el cambio total de paradigma lo pescó fuera de lugar ¿Quién iba a pensar que el bloque soviético iba desaparecer?.. muy pocos. Él que fue un experto en leer las corrientes subterráneas apenas se dio cuenta unos años antes de que caería el campo socialista y aun cuando lo previó un par de años antes, nunca pensó que fuese tan rápido.
Coincido con Debray quien observó como al paso de los años Fidel se fue volviendo cada vez más Castro, como se fue alejando del contacto con las calles de la Habana y de la isla. Sin duda la muerte de sus compañeros y amigos como en el caso del Che lo fueron dejando sólo en un cuarto de ecos que se magnificaban, en un cuarto de espejos que le regresaban una imagen agrandada.
¿Qué sigue para Cuba? Es la gran pregunta, afortunadamente Bush va de salida lo que reduce las posibilidades y la tentación de una intervención que sólo ocasionaría un baño de sangre. Sin Fidel Castro los años del actual régimen, de la dictadura, son pocos. Ojalá Cuba pueda seguir su propio proceso, aunque la presión de los exiliados se hará presente y podría dislocar el proceso en caso de que este no se dé con la celeridad y sabiduría necesarias.
Sólo queda decir que en la despedida falta la elocuencia que formaliza lo que ya sabíamos, que los hombres héroes o villanos no son eternos.
Fidel fue uno de los más avezados guerreros de la guerra fría a la cual le queda mal el adjetivo, recordando los días de octubre y la crisis de los mísiles en donde Cuba y por lo tanto Fidel fueron los actores centrales que casi convierten a la isla en la Numancia del siglo XX.
Fidel Castro fue sin duda un gran estratega de la guerra fría que supo aprovechar como ninguno la dinámica de un mundo bipolar colocando a Cuba en el centro del globo a pesar de contar con una población inferior al de las capitales de varios países del planeta.
Fidel Castro supo captar como ninguno el imaginario de América Latina en el siglo XX, la Revolución Cubana generó una mística sólo equiparada al magnetismo de su creador, esa fuerza telúrica llamada Fidel Castro, como lo definió Gabriel García Márquez.
Las fracturas del mundo que generaban los Estados Unidos y la Unión Soviética fueron el espacio natural en donde habitó Cuba convirtiéndose en el David frente al Goliat, la insolencia frente a la prepotencia.
Fidel Castro fue un hombre pragmático por excelencia igual que los personajes más brillantes de la guerra fría, supo adaptarse como ninguno, sin embargo, el cambio total de paradigma lo pescó fuera de lugar ¿Quién iba a pensar que el bloque soviético iba desaparecer?.. muy pocos. Él que fue un experto en leer las corrientes subterráneas apenas se dio cuenta unos años antes de que caería el campo socialista y aun cuando lo previó un par de años antes, nunca pensó que fuese tan rápido.
Coincido con Debray quien observó como al paso de los años Fidel se fue volviendo cada vez más Castro, como se fue alejando del contacto con las calles de la Habana y de la isla. Sin duda la muerte de sus compañeros y amigos como en el caso del Che lo fueron dejando sólo en un cuarto de ecos que se magnificaban, en un cuarto de espejos que le regresaban una imagen agrandada.
¿Qué sigue para Cuba? Es la gran pregunta, afortunadamente Bush va de salida lo que reduce las posibilidades y la tentación de una intervención que sólo ocasionaría un baño de sangre. Sin Fidel Castro los años del actual régimen, de la dictadura, son pocos. Ojalá Cuba pueda seguir su propio proceso, aunque la presión de los exiliados se hará presente y podría dislocar el proceso en caso de que este no se dé con la celeridad y sabiduría necesarias.
Sólo queda decir que en la despedida falta la elocuencia que formaliza lo que ya sabíamos, que los hombres héroes o villanos no son eternos.
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