miércoles, 29 de marzo de 2017

Competencias conmigo mismo

Desde siempre he sido muy competitivo, incluso desde muy joven, nunca me gustaron los partidos, o cualquier tipo de deportes en donde no se llevara la cuenta, sin importar que significara que me acababan arrastrando y feo.

Después de la catarsis y por la misma decidí inscribirme a clases de natación, de principio a mi en su momento no me gustaba estar más de 15 minutos en una alberca, después con la asimilación religiosa y una ligera (bastante) mala interpretación me estaba prohibido meterme a albercas o cualquier recipiente de agua (literal hasta tinas). Después de una plática con MI padrino, me dijo: "Ja ja ja, no pipo eso es una mala interpretación, solo no te puedes meter al mar. al mar adentro porque Olokun te jala".

Este texto lo empecé a escribir hace como un mes aproximadamente y hoy a finales de Marzo me he dado cuenta de la evolución en cuestión de velocidad en el movimiento de las piernas, sigo sin poder mantener un ritmo simpático entre piernas y brazos y cuando salgo a tomar aire no puedo dar más de dos brazadas porque siento que me ahogo. Esto aunado a mi recuperado gusto por el cigarro, pues no me ayudo. Hoy mis compañeros inclusive me felicitaron, el ritmo ya es más parejo y continuo sin embargo la técnica "dorso" me cuesta un chingo, ¿por qué? Achondroplasia at its most. ¿Qué quiero decir? Nosotros los achondroplásicos tenemos esta linda característica de ser cabezones y nalgones, bueno, para nadar de dorso esto suele significar que apliquemos la técnica del tabique de Polo Polo... es decir: Te volteas, te avientas para nadar... y glup... glup... glup... te empiezas a hundir a una velocidad vertiginosa. Hoy el profesor sustituto tal cuál me ayudó como a niño, me sostuvo la cabeza y me dijo, "relájate, saca la tensión, saca la panza, aprieta el ombligo" y fíjense que ya para la 4a vez que lo intenté no hubo glup... glup... glup... No lo pude hacer solo, todavía. Sin embargo con la tabla ya no la tuve que sujetar como almohada en cama de verano, sino ya la sostuve como piernas de chica cuando terminas el cunnilingus y te volteas boca arriba... es decir: suavecito.

7 años después retomé clases de artes marciales mixtas, tal cuál hasta hice tiempo, en el día me saboteé con la intención de no ir, pero al final me animé, y me fui a azomar, media hora antes de lo que yo tenía pensado iniciar me invitaron a pasar. Cuando entrenaba en tiempos de Alfonso, primero era calentamiento, abdominales y después empezaban los madrazos... no, acá no, acá me enseñaron a hacer un Arm Bar para empezar... después 2 variaciones de la misma... y después a pegarle al costal, para sorpresa mía, todavía me acuerdo de cómo se debe de vendar uno. no estoy muy seguro que la segunda me haya quedado tan bien, pero lo que si hice fue no medirme, no me contuve, me sobre pasé, golpee ese costal que llega hasta el suelo y está pesado como la chingada, como si esta fuera el segundo mes consecutivo en que voy diario a golpear. Es decir, una vez más, me excedí, ahorita esto lo puedo escribir gracias a que puedo recargar los brazos en la base del teclado, sino sería imposible.

Vamos bien.

¿Al ritmo de quién voy? Al mio. ¿Con quién me quiero medir? Conmigo. Si, fuí a nadar después de lo anterior, y mañana toca otra vez, y quizá me vaya a bailar después o solo a beber.

Tengo toda la intención de hacer la suficiente cantidad de ejercicio de tal forma que no tenga que dejar ni de fumar, ni de beber.


Muchas letras

Mis pocos lectores y mimismo y viceversa:

Les prometo escribir mierda y media, seguida, básica. de desahogo sin miramientos. No prometo no tirar mierda pero si prometo que con la frecuencia cada vez será menos mierda la escritura.

sábado, 25 de marzo de 2017

Rompimiento

El rompimiento no es con nadie. El rompimiento es conmigo, o más bien con las practicas que he venido llevando acabo.
Esta tremenda dificultad de estar solo se tiene que acabar. Mientras escribo esto estoy en Playas del Este en la Habana Cuba y siento una estúpida necesidad de llamar la atención, de atraer de platicar, no se estar conmigo solo, aunque estoy en el lugar ideal. Sin embargo así como nadar en donde la competencia es conmigo mismo, el esfuerzo, el ejercicio que tengo que realizar es durísimo pero tengo que ser constante. ¿Sabes? Me da risa que textos así tengo muchos, una esperanza de modificar conductas.

Pero ya estás viejo, ya tienes que comprometerte contigo mismo y con nadie más.

Otra de las grandes dificultades que tengo es la de estar aquí, en el momento, no pensando en lo que va a suceder. Finalmente ha desaparecieod el miedo desde hace tiempo, pero siguiendo esa lógica, el miedo acaba en el momento que dejas de anticipar lo que te va a suceder.
Si no tengo miedo, tampoco debo de tener esperanza, no en la forma dramática sino con la intención de vivir el momento en el que estoy y no en lo que yo espero que suceda.

Ahorita como en muchos momentos de mi vida hay un niño rondando, anonadado de cómo me veo o cómo soy y mi capacidad de ignorarlo es brutal, así todo el tiempo, con todo, nada, nadie importa



(Sufrí para entender mi propia letra)