Leyendo el post del Kant de la Guerrero, me congratulo por dedicar un tiempito a escribir en este espacio. Me parece que como sucede muy a menudo, en cierto sentido coincido en cuanto a la necesidad de plantear debates más profundos en la edificación del futuro. Por ello es que cuando observo que varios países al sur del continente se encuentran volcados en discusiones que tiene un gran costo político pero que están fuera de todo enfoque profundo, siento sopor. Es triste que en América Latina sigamos en estás discusiones que no llegan a lo metafísico pero tampoco logran lo contrario que es resolver de largo plazo situaciones materiales concretas.
Del futuro, ese territorio incierto en donde se evocan los sueños anhelados, indistinguibles del pasado, con la única diferencia de que no han ocurrido, al menos en el mundo material. De ese territorio inasible, me inquieta la incapacidad que tiene la humanidad de ejecutar en el largo plazo, raza de primates que como máximo planea a 30 años.
Por ello el derretimiento progresivo de las capas polares me parece ya un hecho consumado, sólo que afortunadamente todavía no nos toca ver de lleno las consecuencias que esto tendrá en la sociedad humana, aunque si hemos visto algunos atisbos (Darfur).
Creo que uno de los hechos definitorios del siglo que apenas comienza es y será el aumento progresivo de la temperatura del globo y las adaptaciones que realizará la sociedad humana a este respecto. No creo que la sociedad humana se termine pero si creo que sufrirá cambios fundamentales en la forma y por consecuencia en el fondo y esa es una de las variables a considerar en la edificación del futuro.
Un cordial saludo a Memo y al Kant que parecen ser los únicos pobladores de este proyecto de espejo roto.
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