Este texto tenía la intención de ser escrito 1 mes antes de irme y no 9 días antes, pero no podía dejarlo pasar.
Hay momentos en que los admiro tanto, me siento orgulloso junto a ustedes de ustedes, pero sucede un efecto extraño, me siento chiquito, y digo más allá de lo notoriamente sabido, me siento infantilezco, me siento incapaz, los veo tan arriba que hay momentos en que los veo lejanos. Todos dicen o han dicho en alguna vez el parentezco partenalista que guardo con mi compadre, y no puedo negar que en muchas ocasiones siento una protección cuasi paternal de alguien que es más joven que yo, pero que todos saben veo más grande que yo. Pero no es particular de él, puedo decir con toda certeza que no conozco a nadie que me defienda cuide tanto como el moreno... que me regañe como jorge y que me acompañe como el chino...
En la familia que se definió en Abasolo... lo que me faltaría decir es que yo me siento el hermano, hijo y compañero de todos y cada uno de ustedes. Se les agradece, y agradecerá eternamente.
Pero esto no es exclusividad de los hombres, Eva, Diana y Silvia tienen un lugar muy particular entre hermanas y entrañables amigas (que son capaces de decir las cosas más barbaras/terribles a las cuales yo me reiré o diré otras peores).
Menos mal que existen
los que no miden que palabra echar
ni siquiera la última.
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