Oní y los que sufren con mi escritura:
No se a quién tengo que pedirle perdón porque escribo esto en lugar de escribir de mis experiencias en el exilio, pero no me quiero quedar con esto sin decir.
Eres en la distancia, eres en la esperanza, eres al pensado regreso, y eres la nada.
No voy a decir que n haré lo que tenga que hacer en la distancia, si se presenta la oportunidad segura y casi definitivamente la tomaré, pero mi norte lo sigo ubicando hacia el sur.
Son muchas cosas las que he tenido en mente por decirte, por contarte, pero mantengo mi promesa de no hablarte de lo que sucederá cuando nos encontramos por internet y discutir de cualquier otra cosa... pero no por aquí.
Te metiste en lo segundo o primero, más importante en mi vida, en mi religión, cada que pienso en religión pienso en ti... y al mismo tiempo se que a pesar de eso o gracias a eso muchas cosas pueden suceder antes de que yo llegue o aún habiendo yo llegado allá.
(Ya estoy más comodo, puesto que acabo de poner un poco de trova que acompaña a las gotas de lluvia a las afueras de la ventana).
Y cambiar todo lo que tengo planeado o siquiera pensado. Te noto re distante a ciertos momentos, completamente ubicua en tantos otros... ergo... una confusión inmensa.
Un idiota apreciado me dijo: deja de escribir para la posteridad y escribe natural que te sale mejor... y medio re leo este texto y es una mezcla de ambos... un escrito a la posteridad de un profundo sentimiento otorgado a una mujer que es todo lo que me rodea, que está al lado encima en medio de mi propia existencia y al mismo tiempo no está ni siquiera en la idea.
Y por otra parte me dejo llevar por la manera común y sobre todo muy corriente en la que pienso... me duele la espalda... he estado viendo películas como loco, y la vejez me atormenta... más que nada los achaques de toda la corta vida. Tenía que dejar salir esto... porque así es... y es así.
No se a quién tengo que pedirle perdón porque escribo esto en lugar de escribir de mis experiencias en el exilio, pero no me quiero quedar con esto sin decir.
Eres en la distancia, eres en la esperanza, eres al pensado regreso, y eres la nada.
No voy a decir que n haré lo que tenga que hacer en la distancia, si se presenta la oportunidad segura y casi definitivamente la tomaré, pero mi norte lo sigo ubicando hacia el sur.
Son muchas cosas las que he tenido en mente por decirte, por contarte, pero mantengo mi promesa de no hablarte de lo que sucederá cuando nos encontramos por internet y discutir de cualquier otra cosa... pero no por aquí.
Te metiste en lo segundo o primero, más importante en mi vida, en mi religión, cada que pienso en religión pienso en ti... y al mismo tiempo se que a pesar de eso o gracias a eso muchas cosas pueden suceder antes de que yo llegue o aún habiendo yo llegado allá.
(Ya estoy más comodo, puesto que acabo de poner un poco de trova que acompaña a las gotas de lluvia a las afueras de la ventana).
Y cambiar todo lo que tengo planeado o siquiera pensado. Te noto re distante a ciertos momentos, completamente ubicua en tantos otros... ergo... una confusión inmensa.
Un idiota apreciado me dijo: deja de escribir para la posteridad y escribe natural que te sale mejor... y medio re leo este texto y es una mezcla de ambos... un escrito a la posteridad de un profundo sentimiento otorgado a una mujer que es todo lo que me rodea, que está al lado encima en medio de mi propia existencia y al mismo tiempo no está ni siquiera en la idea.
Y por otra parte me dejo llevar por la manera común y sobre todo muy corriente en la que pienso... me duele la espalda... he estado viendo películas como loco, y la vejez me atormenta... más que nada los achaques de toda la corta vida. Tenía que dejar salir esto... porque así es... y es así.
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