Estaba yo viendo las fotos de Talina de su fiesta.... y vi a gente que hacía tiempo que no veía... vi además algo que necesitaba ver en estos momentos en donde hasta escalofrios siento de darme cuenta lo que estoy viviendo.... puede que haya correos que no lleguen... pero mientras veía las fotos escuchaba lo que leeran.... ustedes no son muy dados a recibir correos mios... y afortunadamente no saben de mi tendencia muy constante al plagio util.... allí en donde ustedes están... pasó esto...
Allí amé a una mujer terrible... llorando por el humo siempre eterno, y aquella ciudad acorralada por símbolos de invierno...
Allí aprendí a quitar con piel el frio... y a echar luego mi cuerpo a la llovizna... en manos de la niebla dura y blanca con calles del enigma...
Eso no está muerto.. no me lo mataron ni con la distancia ni con el beso dado...
Allí entre los cerros tuve amigos, que entre bombas de humo tuve hermanos...
Allí tuve más de cuatro cosas que siempre he deseado...
Allí nuestra canción se hizo pequeña entre la multitud desesperada, un poderoso canto de la tierra era quien más cantaba...
(Insisto)
Eso no está muerto.. no me lo mataron ni con la distancia ni con el beso dado...
Hasta allí me siguió como una sombra, el rostro del que ya no se veía, y en el oido me susurró la muerte que ya aparecería...
Allí yo tuve un odio, una vergüenza... niños mendigos de la madrugada, y el deseo de cambiar cada cuerda por un saco de balas...
Eso no está muerto.. no me lo mataron, ni con la distancia, ni con el beso dado...
Volveré...
Allí amé a una mujer terrible... llorando por el humo siempre eterno, y aquella ciudad acorralada por símbolos de invierno...
Allí aprendí a quitar con piel el frio... y a echar luego mi cuerpo a la llovizna... en manos de la niebla dura y blanca con calles del enigma...
Eso no está muerto.. no me lo mataron ni con la distancia ni con el beso dado...
Allí entre los cerros tuve amigos, que entre bombas de humo tuve hermanos...
Allí tuve más de cuatro cosas que siempre he deseado...
Allí nuestra canción se hizo pequeña entre la multitud desesperada, un poderoso canto de la tierra era quien más cantaba...
(Insisto)
Eso no está muerto.. no me lo mataron ni con la distancia ni con el beso dado...
Hasta allí me siguió como una sombra, el rostro del que ya no se veía, y en el oido me susurró la muerte que ya aparecería...
Allí yo tuve un odio, una vergüenza... niños mendigos de la madrugada, y el deseo de cambiar cada cuerda por un saco de balas...
Eso no está muerto.. no me lo mataron, ni con la distancia, ni con el beso dado...
Volveré...
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