miércoles, 9 de julio de 2008

Enano Cabrón (2)... La baba y planchaba...

Y no... en este caso no estoy hablando de mi capacidad intelectual... es decir de lo baboso... simple y sencillamente hago referencia a que mis mañanas han cambiado de manera considerable... ahora en lugar de esperar que santa angélica de las tunas me llevase el juguito de naranja a mi cuarto... ahora tengo que levantarme a hacer de desayunar... a sacar la ropa de la lavadora para mandarla a la secadora y meter más ropa a la secadora... después de desayunar tener que planchar los trajes pa que no estén tan pinches... Al mismo tiempo, me estoy dando cuenta como empiezo a cambiar simples y sencillos hábitos... Me estoy afresando en la forma de vestir y etc... Estoy muy motivado tratando de trabajar cada vez más y más...
Extraño a mi gente pero este proceso de reinvención es muy provechoso... estoy seguro llegaré distinto.

6 comentarios:

DEVA dijo...

Yo te querré igual o distintos, pero siempre te querré!

Anónimo dijo...

yo no

OshaLenú dijo...

Por ser "anónimo"... JOTISIMO... vaya si ni siquiera en un blog bien indiferente tenés el valor de decir algo fuera del "anonimato" CHALE.

Y enano otro... ya es tarde.

Anónimo dijo...

ya vas a empezar de naquito, azteca aspiracional de argencubano.................

OshaLenú dijo...

Y bueno... si piensas que en algún grado me siento ofendido por haberme dicho azteca... bueno... sigue perdiendo el tiempo. De lo de naquito, pues bueno... me siento halagado por el diminutivo y aspiracional argencubano, conozco pocas personas que lo dicen así... pero bueno me importa un carajo lo que pienses.

Anónimo dijo...

a ver si esto te queda bien claro babas....tanto "bueno" no me deja dudas de tu situación aspiracional sudamericana, además de tus gestos y ademanes que ya te imagino haces frente al teclado. Además, si tú te llegaras a sentir acomplejado por ser azteca, a mi qué? no creo que sea ofensa, ni tendría que justificarlo como lo haces. Y no, papito, no te vale un carajo lo que piense. Al menos por un buen tiempo te torturaste por saber lo que pensaba. Te hice berrear vaaarias veces y seguro todavía lo hacés.